NOTICIA
La empleabilidad de los jóvenes músicos, a debate en las V Jornadas AEOS-Fundación BBVA
En el segundo día de las V Jornadas AEOS-Fundación BBVA se han analizado las dificultades que afrontan los jóvenes músicos en el acceso al empleo y propuesto diversas soluciones. Además, se ha debatido sobre cómo llegar a nuevos públicos y fidelizarlos. Estos asuntos se suman al papel de la música en situaciones sociales de vulnerabilidad y la igualdad de género, que protagonizaron las primeras sesiones.
28 noviembre, 2018
La empleabilidad de los músicos jóvenes ha sido uno de los temas tratados en el segundo día de reflexión y debate propuesto en las V Jornadas AEOS-Fundación BBVA, que en esta edición se celebran bajo el lema “El poder de las orquestas”.
El primer esfuerzo procede de los conservatorios, según ha explicado Miren Iñarga, directora de MUSIKENE, el Centro Superior de Música del País Vasco. “Tenemos 163 profesores para 320 alumnos. Puede parecer una cifra alta, pero muchos de ellos tienen una dedicación docente limitada porque buscamos que sean profesionales en activo, que aportan un valor añadido. Para clarinete, por ejemplo, contamos con un profesor principal, otro para clarinete bajo, otro para repertorio orquestal y otro para repertorio con piano. También imponemos numerus clausus -lo que nos permite seleccionar a los alumnos-, solo permitimos repetir un año y siempre trabajamos con directores invitados en la orquesta sinfónica, la banda y la sinfonietta. Además, cuidamos la experiencia internacional: contamos con 55 convenios con instituciones de 21 países europeos, a las que enviamos alumnos y viceversa. Y fuimos los primeros en España en crear un máster oficial en Estudios Orquestales”.
Estos son algunos de los parámetros que han convertido a Musikene -un conservatorio comparativamente joven, pues se fundó en 2001- en “un centro de referencia nacional e internacional. Antes decía que nuestros profesores, que tienen una trayectoria profesional muchos veces internacional, son nuestros mejores embajadores. Ahora digo que son nuestros estudiantes: cuando son seleccionados para un máster, cuando se incorporan a la plantilla de orquestas de España, el resto de Europa, Latinoamérica y Asia…”.
Los datos de Musikene muestran que desde 2006 han egresado entre 300 y 310 titulados en instrumentos orquestales. “El 32% trabaja en orquestas. Es un dato que hay que usar con cautela, pues procede de encuestas a las que parte de los antiguos alumnos pueden no responder. Pero es representativo de una tendencia: duele que no se oferten más plazas en orquestas y conservatorios, las dos salidas tradicionales para los músicos en España”, comenta Iñarga.
José Luis Turina, director artístico de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) desde hace 18 años, apuntó que “la JONDE siempre ha sido un observatorio privilegiado para pulsar el estado de salud de la formación musical en España. En este tiempo, tanto a través de las pruebas de admisión como de los intérpretes con quienes he convivido en esta orquesta puedo atestiguar que llegan con un creciente nivel de cualificación. Si cada vez tocan mejor es porque no tienen trabajo y siguen estudiando, y eso es una mala noticia”. Las cifras corroboran este diagnóstico: “En 1996 se presentaron a las pruebas de admisión 387 aspirantes; en el curso 2017-2018, 1.270: más del triple en apenas diez años”, ha añadido.
Luis Perandones, fundador y gerente de Muv.ac, una plataforma que organiza audiciones para orquestas y tiene su sede empresarial en Alemania, ha explicado que la internacionalización del mercado abre nuevas opciones. “En Alemania se presenta una media de 80 candidatos por vacante, frente a los 98 de España. El 26% son invitados a participar en audiciones: de ellos, el 15% son alemanes y el 6% españoles”. La residencia previa no es una condición sine qua non, pues el 34% de los invitados a las audiciones no son residentes en Alemania.
Perandones hace hincapié en varios factores externos que facilitan este proceso. “Por supuesto, los vuelos de bajo coste, pero también el cambio de mentalidad, que convierte en ordinario para algunos músicos ir a Mannheim, Londres, Milán u Oslo para participar en audiciones. Internet te permite no solo conocer inmediatamente las vacantes sino cómo son orquestas que tal vez no habías considerado y las ciudades donde tienen su sede”. Sobre las vacantes más demandadas comenta cómo se tiende espontáneamente hacia “las orquestas más célebres. En una ciudad alemana en la que conviven tres orquestas de distinto nivel, las solicitudes para el puesto de primer violín fueron, respectivamente, de 220, 123 y 31”.
La experiencia adquirida en las más de 3.500 audiciones organizadas a través de la plataforma para 160 orquestas permite a Perandones aconsejar a las formaciones “evitar el periodo abril-junio y octubre-noviembre, pues es cuando más audiciones hay y se pueden perder candidatos por conflictos de fechas; y anunciar el día de la audición desde el principio del proceso o bien remitir la invitación al menos cinco semanas antes, pues eso minimiza las cancelaciones”.
André Cebrián, flautista, narró la experiencia de Natalia Ensemble, una agrupación creada en 2013 con músicos de diversos países, cada uno de los cuales vive en su ciudad y colabora con distintas formaciones. La peculiaridad de Natalia Ensemble es que “toca música sinfónica en transcripciones camerísticas. Cubrimos varios siglos de repertorio sinfónico: Beethoven, Mahler, Bartók, Stravinski, Shostakóvich… y procuramos mediante diversas fórmulas transmitir las nociones fundamentales que subyacen a la música, que cada persona se lleve una experiencia nueva a su casa”. Este sistema les permite ser “una orquesta portátil, que cabe donde una sinfónica no cabe”, y así llevar la música “a espacios como museos” y otros ámbitos de aforo limitado.
Aunque Natalia Ensemble cuenta con reconocimiento en el sector e incluso han impartido cursos en la JONDE, “no puedo decir que sea una alternativa laboral, pues el presupuesto que necesitaríamos para tener una nómina es muy elevado y esto es una constante en las formaciones que no cuentan con fondos públicos como principal fuente de financiación. La única solución, a largo plazo, es ampliar el público interesado en la música clásica”.
Leer más