CONCIERTO
Integral de los Paraísos de Tomás Marco
Homenaje al compositor Tomás Marco por su 80 aniversario
13
SEP
2022
Integral de los Paraísos de Tomás Marco
Homenaje al compositor Tomás Marco por su 80 aniversario
13 SEP 2022
INTÉRPRETES
NOTAS AL PROGRAMA
PROGRAMA
Paraísos, Tomás Marco (1942)
“Paraíso mecánico” (13’)
“Paraíso dinámico” (14’)
“Paraíso danzante” (13’)
“Finales de Paraíso” (17’)
PARAÍSO MECÁNICO
Esta obra para cuatro saxofones fue escrita en 1988 para el gran saxofonista francés Claude Delangle, a quien está dedicada y quien preparó su publicación en las Ediciones Henri Lemoine de París. El estreno tuvo lugar en Boulogne el 17 de diciembre de 1988 por el Cuarteto del CNSMP y la primera audición española fue realizada en Madrid en 1989 por el Sax Ensemble.
La obra es un estudio sobre la emisión en los instrumentos de viento y su realización a través de estructuras rítmicas y de un proceso aparentemente repetitivo, ya que es asimétrico y nunca se manifiesta de la misma manera. En ese sentido, la articulación y el control de los ritmos y las medidas temporales son las bases sobre las que se desarrolla un discurso musical que tiene mucho que ver con la percepción del tiempo y ciertos procesos psicológicos de la escucha, aquí basados en un cierto mecanicismo de la escucha que da origen al título de la pieza. Es la belleza de los mecanismos, de las maquinarias que parecen imparables, de algo que parece inexorable pero previsible. Cuando ese paraíso sonoro se hace dinámico, surgirá otra obra, Paraíso dinámico, que es también para cuarteto de saxofones, pero con piano y percusión. Ambas son como dos caras contrapuestas de una misma moneda musical.
PARAÍSO DINÁMICO
Esta obra para cuatro saxofones, piano y percusión fue compuesta en 1993 por encargo del Sax Ensemble, a quien está dedicada conjuntamente con su director Francisco Martínez. Esta era la segunda ocasión en que escribí para cuarteto de saxofones, ya que en 1988 produje una obra para este tipo de cuartetos llamada Paraíso mecánico. La idea de aquella composición se basaba, además de en otras cosas, en una concepción mecanicista de los fenómenos y una cuidada concatenación de las causas y los efectos para alcanzar la precisión y la implacabilidad de una maquinaria. Al abordar una nueva composición para cuatro saxos (con piano y percusión) cinco años después, intenté abordarla desde una perspectiva diferente y casi opuesta, la de los fenómenos dinámicos enfrentados a los mecánicos. En ese tiempo estaba investigando en la aplicación musical de ciertos fenómenos de la física del caos que me han servido para mis propósitos compositivos. Así, en obras como mi Sinfonía n.º 6, Imago Mundi y otras posteriores. En Paraíso dinámico parto de intervalos y configuraciones sencillas que rápidamente van multiplicando sus interacciones hasta alcanzar un vertiginoso campo de cambios, relaciones y resultados que, aun siendo muy controlado y adquiriendo una forma fija, son inicialmente impredecibles. Creo que de esta manera se genera una obra con una gran complejidad interválica, tímbrica y métrica desde una claridad y sencillez aparentes, muy notorias y que todo confluye en una forma muy acorde con su material y capaz de ser un signo sensible y expresivo. La obra exige un cierto virtuosismo de ejecución y, dentro de su estricta formalización, permite a los intérpretes un gran campo de expresión musical y de aportación de su propia experiencia, de tal manera que me gustaría que pudiera resultarles un hecho apasionante y divertido el interpretar la obra y así poder transmitir las mismas sensaciones a los auditores.
El Sax Ensemble estrenó la obra el 17 de enero de 1994 en París.
PARAÍSO DANZANTE
Tras la composición de Paraíso mecánico en 1988 y Paraíso dinámico en 1993, otras obras posteriores con presencia de saxofones no siguieron el ciclo de los Paraísos hasta que en 2017 abordé Paraíso danzante para cuarteto de saxofones. Aquí la idea principal era algo diferente ya que de lo que se trataba era de realizar una obra compleja a partir de los ritmos de danzas inicialmente sencillas que aparecen como embriones de procesos cada vez más complejos en torno al ritmo de las danzas. Se establecen así desarrollos de modulación métrica que interaccionan entre sí por autosemejanzas que van modulando el tejido instrumental en polirritmias. Las danzas se cruzan entre sí y enseguida abandonan su pretensión de baile para convertirse en una especie de tapicería de ritmos que en esencia son danzantes pero que, al mismo tiempo, van adquiriendo complejidades diferentes. Es realmente más que un paraíso de la danza, un paraíso que danza. Exige un gran virtuosismo de ejecución y necesita de intérpretes tan capacitados como entregados.
Paraíso danzante se estrenó en el Teatro Castilla de Arévalo el 8 de octubre de 2017 con el Sax Ensemble, a quien está dedicado.
FINALES DE PARAÍSO (MULTISONATA)
A lo largo de mi actividad musical he compuesto diversas obras con saxofones, algunas de las cuales se insertan en el ciclo Paraísos. Así, Paraíso mecánico (1988) para cuatro saxofones, Paraíso dinámico (1993) para cuatro saxofones, piano y percusión, o Paraíso danzante (2017) para cuatro saxofones. En 2018 quise despedir la serie con Finales de Paraíso para cuatro saxofones y pianos. Pero esta no es la única manera en la que la obra se produce, sino que pensé articular una especie de sonata múltiple de manera que la obra se pudiera tocar con los cuatro saxofones y piano, o con cualquiera de los cuatro a solo acompañado de piano. Eso obliga a un planteamiento en el que cada voz pueda funcionar independientemente y, al mismo tiempo, encajar perfectamente con las demás en un todo. Hay que tener en cuenta que desde cualquier punto de vista tímbrico, melódico o rítmico la obra no es igual en versiones de uno o de cuatro ni tampoco en cualquiera de las cuatro de las versiones a solo. El resultado es, sin embargo, coherente en todas sus posibilidades y la obra funciona como un continuo vital tan variado como maleable.
La versión a cuatro y piano, que está dedicada al Sax Ensemble, se estrenó el 19 de diciembre de 2019 en el auditorio de la Real Academia de San Fernando en Madrid con el Sax Ensemble dirigido por Santiago Serrate.
Tomás Marco