CONCIERTO
Hugh Tinney (piano)
Interpreta obras de Chopin, Deane y Beethoven
Ciclo XI Ciclo de Conciertos de Solistas Fundación BBVA 2019-2020 PluralEnsemble
09
NOV
2019
XI Ciclo de Conciertos de Solistas Fundación BBVA 2019-2020 PluralEnsemble
Hugh Tinney (piano)
Interpreta obras de Chopin, Deane y Beethoven
09 NOV 2019
PROGRAMA
Frédéric Chopin (1810-1849)
Nocturno en re bemol mayor, op. 27 n.º 2
Nocturno en fa sostenido mayor, op. 15 n.º 2
Raymond Deane (1953)
Noctuary (selección)
- I. Minerva’s Owl
- III. Duskiss
- V. Mezzotint
- IX. Night Watches
- X. Cereus
- XII. Couchant
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Sonata quasi una fantasia, op. 27 n.º 2, «Claro de luna»
- I. Adagio sostenuto
- II. Allegretto
- III. Presto agitato
INTÉRPRETES
NOTAS AL PROGRAMA
Frédéric Chopin
Dos nocturnos
Cualquier aficionado a la música relaciona el género del nocturno para piano con Chopin, a pesar de lo muy extendida que fue esa forma pianística durante todo el Romanticismo y pese a que Chopin no fuera el iniciador del género, puesto que este honor le cupo al compositor y pianista John Field (1782-1837), irlandés formado en Londres, donde recibió clases de Clementi
y elogios del gran Haydn. Pero Chopin tomó la idea y la llenó de genio, de un talento sublime, inigualable, creando bajo ese título genérico alrededor de veinte obras maestras que fueron editándose, generalmente de dos en dos, a lo largo de su carrera. Los Nocturnos chopinianos son música introspectiva, intimista, a menudo ensoñada, que revela un sentido cantabile que cabe relacionar con su admiración por el bel canto (especialmente por Bellini). Por otra parte, los Nocturnos constituyen un prototipo de música debida a un compositor-intérprete, pues tanto tienen de creatividad original cuanto de palpable demostración de un dominio profundo de todos los recursos técnicos y expresivos del piano. El instrumento se convierte en el «medio» de comunicación más eficaz para que el compositor nos haga llegar su cálido mensaje expresivo y nos haga vibrar con él.
Sin duda, los dos nocturnos escogidos por Tinney para su recital figuran entre los más célebres y admirados. El Nocturno en re bemol mayor, que remite a la Sonata «Claro de luna» de Beethoven tanto armónicamente (re bemol / do sostenido) como por su numeración (op. 27, n.º 2), data de 1835 y su perfil delicadamente ornamental hacía las delicias de Mendelssohn. El Nocturno en fa sostenido mayor, op. 15 n.º 2, es un Larghetto inefablemente bello que se fecha en 1831.
Raymond Deane
Noctuary (selección)
Raymond Deane es un muy destacado compositor irlandés establecido en Dublín, donde recibió su esencial formación musical y universitaria, y desde donde comenzó a proyectarse inicialmente como ganador de concursos de interpretación pianística. Como compositor, se formó en Colonia junto a Mauricio Kagel, y también allí recibió algunas clases de Karlheinz Stockhausen; posteriormente trabajó en Berlín bajo la dirección de Isang Yun. Sus obras circularon pronto internacionalmente, en foros tan significativos como los festivales de la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea (ISCM) o la Tribuna Internacional de Compositores de la Unesco. Ha publicado análisis y críticas musicales, y se ha comprometido admirablemente con movimientos sociales y en pro de la paz.
Su obra pianística Noctuary fue escrita entre 2010 y 2011 para Hugh Tinney, quien la estrenó y la llevó a CD en 2014. Tinney se la había encargado a Deane con el soporte económico del
Arts Council of Ireland. El propio Hugh Tinney es autor del siguiente comentario de presentación de la obra, e incluso del planteamiento del recital quevamos a disfrutar:
«Noctuary, un diario nocturno, es una serie de doce piezas de carácter vinculadas con la noche, sobre las cuales Deane ha hablado de una personal asociación del tema nocturno con la tonalidad de la Sonata “Claro de luna” de Beethoven, do sostenido menor, la cual recorre todo el ciclo a modo de hilo conductor, desde la pieza introductoria Minerva’s Owl (El búho de Minerva) en adelante. Couchant, la duodécima y última pieza del ciclo, termina en un apunte de do mayor, pero la ambigüedad no se disipa por completo y un recuerdo del do sostenido
menor (aquí escrito como re bemol) tiene la última palabra. El elemento nocturno enlaza aquí también con las piezas de Chopin que abren el concierto, que incluyen el famoso Nocturno en re bemol, el cual, curiosamente, comparte el número preciso de opus con la Sonata “Claro de luna” de Beethoven».
Ludwig van Beethoven
Sonata quasi una fantasia, op. 27 n.º 2, «Claro de luna»
La celebérrima Sonata «Claro de luna» fue compuesta por Beethoven en 1801, entre las Sinfonías n.º1 y n.º 2, y se publicó al año siguiente junto a una Sonata en mi bemol mayor, pasando ambas al catálogo como op. 27. Se trata, pues, de música del Beethoven joven, aunque ya muy cerca del paso a su segunda época. Siendo las dos Sonatas, op. 27 distintas e individualizables, se emparentan entre sí merced a la subtitulación que Beethoven quiso para ambas: Sonata quasi un fantasia, lo que anuncia la libertad con la que el compositor había conducido el flujo de
su inspiración.
En efecto, en la obra que nos ocupa encontramos un primer tiempo que no está diseñado como un habitual allegro de sonata: en su lugar tenemos un anchuroso Adagio sostenuto, página hermosa y ensoñada que supone un prodigio de inspiración. Su carácter profundamente íntimo y un tanto mistérico llevó a Dmitri Shostakóvich a citar el tema principal en su emocionada obra de despedida, la Sonata para viola y piano. A este singular primer tiempo de la sonata beethoveniana sigue un breve Allegretto con el cual bajamos del cielo a la tierra y, como final —la
sonata es en tres movimientos—, un Presto agitato, también libre y fantasioso, pero a la vez atenido al rigor de la forma sonata que suelen presentar los primeros tiempos, en este caso no con dos, sino con tres temas diferenciados. Antes de la coda, una momentánea parada del tempo, para evocar el inefable Adagio sostenuto inicial, procura cohesión y unidad a esta original y espléndida obra.
José Luis García del Busto