Charo Espino

Formada por maestros de la talla de Caracolillo, Manolo Marín, Ciro, Paco Romero y Paco Fernández, Charo Espino ha establecido un nombre imponente en el mundo del baile flamenco. Su carrera profesional despegó a finales de los ochenta, siendo primera bailarina en destacadas compañías como el Ballet Teatro Español de Rafael Aguilar o Luisillo y su Teatro de Danza Española, entre otras.

En 1988, hizo su debut en la Bienal de Flamenco de Sevilla y, al año siguiente, recibió en Italia el premio de danza La Navicella, retransmitido por la Rai. Este reconocimiento llevó a su actuación como primera bailarina en la ópera La traviata en 1990, acompañando a José Carreras y bajo la dirección de Pier Luigi Pizzi.

Durante la década de los noventa, consolidó su renombre internacional. Actuó junto al bailaor Cristóbal Reyes, compartió escenarios con figuras como Manolete y Juana Amaya, y se unió a la compañía de Paco Peña, siendo primera bailaora y presentándose en los teatros más prestigiosos del mundo.

Su vasta experiencia también la llevó a colaborar en producciones como Federico en 1997, y a actuar en destacados tablaos, incluidos El Flamenco de Tokio y Zambra. Además, ha sido primera bailarina de la compañía de Ángel Muñoz, y ha trabajado en giras por países como Alemania, Japón, Italia y Marruecos con el Entredós Ballet Español de Miguel Ángel y con Víctor Monge «Serranito».

No solo es reconocida en el mundo del baile: es también una excelente intérprete de las castañuelas y, como coreógrafa, ha creado distintos bailes para el Trío, Quinteto y Cuarteto de Cañizares. Desde 2008, forma parte integral del elenco de Cañizares, aportando su gracia y destreza al conjunto. En el ámbito cinematográfico, participó tocando las castañuelas en la película Jota de Saura de Carlos Saura, colaborando con el Cuarteto de Cañizares.